El director del Centro de Terapias alternativas Ohani
describe la forma en que opera el biomagnetismo en el
cuerpo humano, devolviendo el equilibrio del Ph y de
esta manera la salud a los enfermos.


BIOMAGNETISMO
LA ENERGIA SANADORA

En el centro Ohani, Sergio Córdova y su esposa Adriana Rubio, crearon un espacio para las terapias alternativas entre las cuales está el biomagnetismo, un tratamiento que utiliza imanes comunes -de mediana intensidad- para reestablecer el equilibrio bioenergético.

 
 

"Colocando imanes en puntos específicos del cuerpo, se consigue corregir disfunciones energéticas y exterminar en breve, virus, bacterias, hongos y parásitos, causantes de casi todas las enfermedades, aun aquellas en que la medicina alópata no reconoce el origen microbiano, como el cáncer, la diabetes, la artritis, la esclerosis, el lupus, entre otras", señala el director de Ohani, quien asegura que todas estas dolencias encuentran una oportunidad de mitigación o incluso sanación con esta terapia.

El biomagnetismo no es una técnica milenaria, es bastante nueva. Fue creada por el médico mexicano Isaac Goiz, quien hace cuatro años visita nuestro país, invitado por Sergio Córdova, para dictar cursos sobre su asombroso procedimiento, que se fundamenta en la existencia de una serie de puntos específicos en el cuerpo que se relacionan y que son lo que denomina par biomagnético. Cada uno de los puntos del par presenta cargas magnéticas, uno positivo y el otro negativo.

Las enfermedades se presentan cuando estos pares de cargas contrarias se desequilibran y provocan una variación en el Ph del ambiente en que se encuentran. En el polo sur -positivo- se concentran focos de virus y parásitos marcando un Ph ligeramente ácido, mientras que en el polo norte -negativo- se ubican las bacterias y hongos con una variación alcalina.

El doctor Goiz logró determinar además, que entre ambos focos -virus y bacterias- de un mismo par biomagnético, se establece una comunicación sincronizada a distancia, en forma de ondas electromagnéticas, que se conoce como biorresonancia magnética, lo que permite la retroalimentación energética entre estos micro-organismos, potenciándose así su virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del sistema inmunológico.

¿Cómo conoció el biomagnetismo?
-Junto a mi esposa descubrimos el biomagnetismo hace cuatro años y medio

 
Biomagnetismo en Revista
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